Isaías, 32
10. Dentro de un año y unos días temblaréis, ¡oh confiadas!, porque se habrá acabado la vendimia y no habrá más recolección.
10. Dentro de un año y unos días temblaréis, ¡oh confiadas!, porque se habrá acabado la vendimia y no habrá más recolección.
Isaías 32 es un capítulo que habla sobre la justicia y la sabiduría de Dios y cómo se manifiesta en la vida de quienes lo siguen. El capítulo comienza con la promesa de que un rey justo gobernará la tierra, trayendo paz y estabilidad al pueblo de Dios. También se menciona la importancia de la sabiduría y la justicia individual, y cómo afecta a la sociedad en su conjunto. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas abordados en Isaías 32:
Proverbios 2:6-8: "Porque el Señor da sabiduría, y de su boca viene conocimiento y comprensión. Mantiene la verdadera sabiduría a la recta; es un escudo para aquellos que caminan con integridad. Protege las formas de juicio y mantenga el camino de sus santos ". Este versículo habla sobre cómo la sabiduría y la justicia provienen de Dios, y cómo los que lo siguen están protegidos y protegidos.
Proverbios 11:10: "Cuando el justo prospera, la ciudad se regocija; cuando los malvados caen, hay una fiesta". Este versículo habla sobre cómo la justicia individual afecta a la sociedad en su conjunto, trayendo prosperidad y alegría cuando las personas actúan correctamente.
Salmo 72:1-2: "Oh Dios, otorgue al Rey la justicia y al Hijo del Rey, tu justicia. Él juzgará a tu pueblo con justicia y a tus pobres con equidad". Este salmo habla sobre el papel del rey de gobernar con la justicia y la equidad, y lo importante que es esto para el bienestar de la gente.
Isaías 33:22: "Porque el Señor es nuestro juez, el Señor es nuestro legislador, el Señor es nuestro rey; nos salvará". Este versículo enfatiza la soberanía de Dios y cómo él es el juez, el legislador y el rey de su pueblo. Él es quien trae salvación y justicia.
Proverbios 21:3: "Hacer lo que es justo y correcto es más aceptable para el Señor que ofrecer sacrificios". Este versículo destaca la importancia de la justicia y la justicia individual, enfatizando que esto es más importante para Dios que las ofertas y sacrificios.
“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina
