II Samuel, 8
11. el rey David consagró al Señor, junto con la plata y el oro que ya había consagrado, procedentes de las naciones que él había sometido:
11. el rey David consagró al Señor, junto con la plata y el oro que ya había consagrado, procedentes de las naciones que él había sometido:
“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina