7. amando a quien te odia y odiando a quien te ama. Hoy has demostrado bien que nada te importan ni los jefes ni los soldados; porque bien sé que, si viviese Absalón y todos nosotros hubiésemos muerto, entonces estarías contento.





“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina