9. Absalón se encontró frente a frente con los hombres de David. Absalón iba montado en un mulo, y, al pasar por debajo de las ramas de una gran encina, la cabeza de Absalón se enredó en las ramas de la encina y quedó colgado entre el cielo y la tierra. El mulo siguió adelante.





“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina