35. Eliseo se apartó y se puso a pasear por la casa de acá para allá. Luego subió y se tendió sobre él. Entonces el niño estornudó hasta siete veces y abrió los ojos.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina