30. Sus oficiales llevaron su cadáver en un carro, de Meguido a Jerusalén, y lo enterraron en su sepulcro. El pueblo ungió y proclamó rey en su lugar a su hijo Joacaz.





“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina