16. Abre, ¡oh Dios!, tu oído y escucha; abre, ¡oh Señor!, tus ojos y mira. Escucha las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para ultrajar al Dios vivo.





“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina