32. El pueblo se echó sobre el botín; se apoderaron de ovejas, bueyes y terneros; los degollaron en el suelo, y comieron la carne con la sangre.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina