3. Aquí me tenéis; acusadme ante el Señor y ante su ungido si he quitado a alguien un buey o he robado a alguien un asno, si he oprimido o perjudicado a alguien o me he dejado sobornar. Acusadme, y yo os responderé".





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina