4. Ajab entró en su palacio triste e irritado porque Nabot, el yezraelita, no le había querido dar la herencia de sus padres. Se metió en la cama, volvió la cara a la pared y no probó bocado.





“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina