33. de la tribu de Isaca, buenos conocedores del momento en que debía actuar Israel y el modo como debía hacerlo, 200 jefes y todos los hermanos a sus órdenes;





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina