4. Saúl dijo entonces a su escudero: "Desenvaina tu espada y traspásame con ella, no vengan esos incircuncisos y se burlen de mí". Pero su escudero no quiso, pues tenía mucho miedo. Entonces tomó Saúl su espada y se echó sobre ella.





“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina