Deuteronomio, 5
25. ¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego, si seguimos oyendo la voz del Señor, nuestro Dios?
25. ¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego, si seguimos oyendo la voz del Señor, nuestro Dios?
“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina