Deuteronomio, 22
2. Si tu hermano no es de tu ciudad ni lo conoces, encierra el animal en tu casa y tenlo allí hasta que tu hermano venga a buscarlo, y entonces se lo entregarás.
2. Si tu hermano no es de tu ciudad ni lo conoces, encierra el animal en tu casa y tenlo allí hasta que tu hermano venga a buscarlo, y entonces se lo entregarás.
O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina