Santiago, 4
15. En lugar de decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».
15. En lugar de decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».
El capítulo 4 de Santiago aborda los conflictos internos y externos en la vida cristiana. ¿De dónde vienen las guerras entre nosotros? Este penetrante texto expone las raíces del conflicto: los deseos egoístas y la amistad con el mundo. James insta a la humildad, la sumisión a Dios y la resistencia al diablo. El capítulo advierte contra el orgullo, la calumnia y la planificación presuntuosa, enfatizando la brevedad de la vida y la soberanía de Dios. Reflexione con nosotros sobre cinco pasajes bíblicos que se alinean con las enseñanzas prácticas de este desafiante capítulo.
1 Juan 2:15-16: "No améis al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo (los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la ostentación de los bienes) no proviene del Padre, sino del mundo." - Esta advertencia de Juan complementa la advertencia de Santiago 4:4 contra la amistad con el mundo.
Proverbios 3:34: "Se burla de los escarnecedores, pero da gracia a los humildes." - Santiago 4:6 cita directamente este proverbio cuando habla de la gracia de Dios para los humildes.
1 Pedro 5:5-6: "De la misma manera, jóvenes, someteos a vuestros mayores. Sed humildes unos con otros, porque "Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes". Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo." - Pedro también cita Proverbios 3:34, haciéndose eco de la enseñanza de Santiago 4:6-10 sobre la humildad.
Proverbios 27:1: "No os jactéis del mañana, porque no sabéis lo que traerá a la luz." - Este proverbio se alinea con la advertencia de Santiago 4:13-16 contra la arrogancia de planificar sin considerar la voluntad de Dios.
Mateo 7:1: "No juzguéis, para que no seáis juzgados." - Esta enseñanza de Jesús se relaciona con Santiago 4:11-12 acerca de no juzgar a los demás.
“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina