II Corintios, 3
11. Porque si aquello, que era pasajero, fue glorioso, ¡cuánto más glorioso será lo permanente!
11. Porque si aquello, que era pasajero, fue glorioso, ¡cuánto más glorioso será lo permanente!
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina