5. Y ahora, ¿qué tengo que hacer yo aquí -oráculo del Señor-, ya que mi Pueblo ha sido deportado por nada? Sus dominadores lanzan alaridos -oráculo del Señor- y todo el día, sin cesar, es despreciado mi Nombre.





“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina