8. Zéraj, el cusita, avanzó contra ellos con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros de guerra, y llegó hasta Maresá.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina