II Crónicas, 1
15. Él hizo que la plata y el oro fueran en Jerusalén tan comunes como las piedras, y la madera de cedro tan abundante como los sicomoros de la Sefelá.
15. Él hizo que la plata y el oro fueran en Jerusalén tan comunes como las piedras, y la madera de cedro tan abundante como los sicomoros de la Sefelá.
“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina