Sirácides (Eclesiástico), 9
9. No te sientes a la mesa con una mujer casada para tomar vino con ella, no sea que se despierte en ti el deseo y que la pasión te haga ceder y caer.
9. No te sientes a la mesa con una mujer casada para tomar vino con ella, no sea que se despierte en ti el deseo y que la pasión te haga ceder y caer.
“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina