19. pero él, al llegar al lugar de los Idolos, cerca de Guilgal, volvió donde el rey, al que le dijo: «Tengo un mensaje secreto para ti, oh rey.» Este declaró: «¡Déjenme solo!» Y salieron de su presencia todos los que estaban con él.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina