16. y el pueblo a quienes ellos profetizan será arrojado por las calles de Jerusalén, víctima del hambre y de la espada, y no habrá quien los sepulte, ni a ellos ni a sus mujeres, ni a sus hijos, ni a sus hijas. Yo haré recaer sobre ellos su iniquidad".





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina