20. Contempla a Sión, la ciudad de nuestras fiestas; tus ojos verán a Jerusalén, como mansión segura, tienda que no se arranca; no se moverán jamás sus estacas, ni se romperá ninguna de sus cuerdas.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina