5. Considerando, pues, que el citado pueblo, único en conducta, se halla en permanente hostilidad con todo el género humano, que se distingue por sus leyes extrañas, que se opone a nuestros intereses y que comete los peores abusos,





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina