Juan, 20
8. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,
8. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina