Juan, 10

La Biblia de Jerusalén

1 «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;

2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.

3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.

4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»

6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.

7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.

8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.

9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.

10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.

12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,

13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.

14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí,

15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.

16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.

17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.

18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.»

19 Se produjo otra vez una disensión entre los judíos por estas palabras.

20 Muchos de ellos decían: «Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le escucháis?»

21 Pero otros decían: «Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?»

22 Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno.

23 Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón.

24 Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.»

25 Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí;

26 pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.

27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen.

28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.

29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre.

30 Yo y el Padre somos uno.»

31 Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle.

32 Jesús les dijo: «Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?»

33 Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.»

34 Jesús les respondió: «¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho: dioses sois?

35 Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios - y no puede fallar la Escritura -

36 a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: "Yo soy Hijo de Dios"?

37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;

38 pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre.»

39 Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos.

40 Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí.

41 Muchos fueron donde él y decían: «Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad.»

42 Y muchos allí creyeron en él.




Versículos relacionados com Juan, 10:

El Capítulo 10 del Libro de Juan presenta a Jesús como el buen pastor que da su vida por sus ovejas y habla sobre su relación con los que lo siguen. Además, Jesús hace una analogía entre el pastor y sus ovejas, destacando la importancia de la relación de confianza entre ellos. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Juan 10:

Salmo 23:1 - "El Señor es mi pastor, no faltará nada". Este salmo habla sobre la relación de confianza entre Dios y los que lo siguen, así como sobre la relación entre el pastor y sus ovejas.

Ezequiel 34:11-12 - "Porque así dice el Señor Dios: He aquí, me buscaré para mis ovejas y las buscaré. Mientras el pastor busca su rebaño, el día que está en medio de sus ovejas dispersas, lo haré Buscar así, mis ovejas las entregarán de todas partes donde estaban dispersas el día de las nubes y la oscuridad ". Este versículo habla sobre cómo Dios se preocupa por sus ovejas, buscando y entregándolas de los peligros.

Isaías 40:11 - "Como pastor, alimentará a su rebaño; entre sus brazos recolectará los corderos y los llevará al seno; aquellos que amamantan los guiarán suavemente". Este versículo destaca cómo Dios cuida a sus ovejas con amabilidad y amor.

1 Pedro 5:4 - "Y cuando el pastor High Pastor manifeste, recibirá la corona de gloria de la gloria". Este versículo habla de Jesús como el pastor alto que una vez regresará para buscar sus ovejas y recompensarlas.

Salmo 100:3 - "Sepa que el Señor es Dios, nos ha hecho, y no a nosotros mismos; somos su pueblo y ovejas de su pasto". Este salmo señala que los que siguen a Dios son sus ovejas, y él es el buen pastor que se preocupa por ellos.


Chapters: