Josué, 22

La Biblia de Jerusalén

1 Josué convocó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés,

2 y les dijo: «Habéis cumplido todo lo que os mandó Moisés, siervo de Yahveh, y habéis atendido a mis órdenes siempre que os he mandado algo.

3 No habéis abandonado a vuestros hermanos durante tan largo tiempo hasta el día de hoy; habéis cumplido la orden que os encomendó Yahveh vuestro Dios.

4 Ahora Yahveh vuestro Dios ha dado a vuestros hermnaos el descanso que les había prometido. Volveos, pues, e id a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra propiedad, la que os dio Moisés, siervo de Yahveh, al otro lado del Jordán.

5 Unicamente preocupaos de guardar el mandato y la Ley que os dio Moisés, siervo de Yahveh: que améis a Yahveh vuestro Dios, que sigáis siempre sus caminos, que guardéis sus mandamientos y os mantengáis unidos a él y le sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.»

6 Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.

7 Moisés había dado a la media tribu de Manasés su parte en Basán; a la otra media se la dio Josué entre sus hermanos, al lado occidental del Jordán. Cuando los mandó Josué a sus tiendas, les dio la bendición

8 y les dijo: «Volvéis a vuestras tiendas con grandes riquezas, rebaños numerosos, plata, oro, bronce, hierro y gran cantidad de vestidos; repartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos.»

9 Los rubenitas y los gaditas, con la media tribu de Manasés, se volvieron y dejaron a los israelitas en Silo, en la tierra de Canaán, para volver a la tierra de Galaad, tierra de su propiedad donde se habían establecido según la orden de Yahveh dada por medio de Moisés.

10 Cuando llegaron a los circulos de piedras del Jordán, en tierra de Canaán, los rubenitas y los gaditas y la media tribu de Manasés levantaron allí un altar a orillas del Jordán, un altar de grandioso aspecto.

11 Se enteraron los israelitas y dijeron: «Mirad, los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés han levantado ese altar, frente al país de Canaán, junto a los círculos de piedras del Jordán, del lado de los israelitas.»

12 Al oír esto los israelitas, se reunió en Silo toda la comunidad de los israelitas para hacerles guerra.

13 Los israelitas enviaron donde los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, al país de Galaad, al sacerdote Pinjás, hijo de Eleazar

14 y a diez principales con él, un principal por cada familia, por cada tribu de Israel: cada uno de ellos era cabeza de su familia en los clanes de Israel.

15 Cuando llegaron donde los rubenitas, los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, al país de Galaad, les hablaron así:

16 «Esto ha dicho toda la comunidad de Yahveh: ¿Qué significa esa prevaricación que habéis cometido contra el Dios de Israel, apartándoos hoy de Yahveh, al construiros un altar, rebelándoos hoy contra Yahveh?

17 «¿No teníamos bastante con el crimen de Peor, del que hoy todavía no hemos acabado de purificarnos, a pesar de que vino la plaga sobre la comunidad de Yahveh?

18 Si vosotros hoy os apartáis de Yahveh, hoy os rebeláis vosotros contra Yahveh, y mañana se encenderá él contra toda la comunidad de Israel.

19 «Ahora bien, si nos parece impura vuestra propiedad, pasad a la tierra de propiedad de Yahveh, donde ha fijado su morada, y estableceos entre nosotros. Pero no os rebeléis contra Yahveh, ni nos arrastréis en vuestra rebeldía al construiros un altar aparte del altar de Yahveh nuestro Dios.

20 ¿No prevaricó Akán, hijo de Zéraj, en el anatema, y la Coléra alcanzó a toda la comunidad de Israel, aunque él no era más que un solo individuo? ¿No murió por su crimen?»

21 Respondieron los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés y dijeron a los jefes de los clanes de Israel:

22 «El Dios de los dioses, Yahveh, el Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien, y que lo sepa también Israel: si ha habido por nuestra parte rebelión o prevaricación contra Yahveh, que no nos salve hoy;

23 y si hemos levantado un altar para apartarnos de Yahveh y para ofrecer en él holocausto y oblación o para hacer sobre él sacrificios de comunión, que Yahveh nos lo demande.

24 En verdad, lo hemos hecho así por preocupación y razonadamente, diciéndonos: El día de mañana podrían decir vuestros hijos a los nuestros: "¿Qué tenéis que ver vosotros con Yahveh el Dios de Israel?

25 Yahveh ha puesto entre nosotros y vosotros, rubenitas y gaditas, la frontera del Jordán. No tenéis parte con Yahveh." Así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a Yahveh.

26 «Y nos hemos dicho: Vamos a construir este altar, pero no para holocaustos, ni sacrificios,

27 sino para que sea testigo entre nosotros y vosotros y entre nuestros descendientes después de nosotros, de que rendimos culto a Yahveh en su presencia con nuestros holocaustos, nuestras víctimas y nuestros sacrificios de comunión. Así no podrán decir mañana vuestros hijos a los nuestros: "No tenéis parte con Yahveh."

28 No hemos dicho: Si llega a suceder que nos hablen así a nosotros o el día de mañana a nuestros descendientes, les podremos responder: "Mirad la edificación del altar de Yahveh que hicieron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos ni sacrificios, sino como testigo entre nosotros y vosotros."

29 Lejos de nosotros rebelarnos contra Yahveh y desertar hoy de su servicio, levantando, para ofrecer en él holocaustos, oblaciones o sacrificios, un altar aparte del altar de Yahveh nuestro Dios erigido delante de su morada.»

30 Cuando el sacerdote Pinjás, los principales de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel que le acompañaban, oyeron las palabras pronunciadas por los gaditas, los rubenitas y los manasitas, les pareció bien.

31 Y el sacerdote Pinjás, hijo de Eleazar, dijo a los rubenitas, los gaditas y los manasitas: «Ahora reconocemos que Yahveh está en medio de nosotros, pues no habéis cometido tan grande prevaricación contra él. Así habéis salvado a los israelitas de la mano de Yahveh.»

32 El sacerdote Pinjás, hijo de Eleazar, y los principales, dejando a los rubenitas y a los gaditas, volvieron del país de Galaad al de Canaán, a donde los israelitas, y les dieron la respuesta.

33 La cosa pareció bien a los israelitas: los israelitas dieron gracias a Dios y no hablaron más de hacerles la guerra y devastar el territorio habitado por los rubenitas y los gaditas.

34 Los rubenitas y gaditas llamaron al altar..., porque decían: «Será testigo entre nosotros de que Yahveh es Dios.»




Versículos relacionados com Josué, 22:

El capítulo 22 de Joshua narra el regreso de las dos tribus y media, que habían sido autorizadas a atravesar el río Jordania a sus tierras de origen en Israel. Antes de regresar, decidieron construir un altar como monumento de testimonio de su relación con el Señor. Esto generó un gran conflicto entre las tribus occidentales de Israel, quienes temían que el altar se usara para ofrecer sacrificios que el Señor no permitió. Los siguientes son cinco versículos relacionados con el tema de los capítulos seleccionados de otros libros de la Biblia:

Éxodo 20:24-26: "Haz un altar de la tierra para mí y sacrifica tus ofrendas y ofrendas de comunión quemadas, tus ovejas y bueyes. En cualquier lugar donde recuerdo mi nombre, me volveré hacia ti y te bendeciré. Y si hacen Un altar de piedra para mí, no trabaje con herramientas, porque si usa un hierro en él, lo impuse ". Este versículo habla sobre cómo Dios instruyó a los israelitas a construir altares y ofrecerle sacrificios, pero también proporciona detalles específicos sobre cómo se deben construir estos altares.

Levítico 17:8-9: "Dígales: cualquier israelita o extranjero que viviera entre ellos y que ofrece ofrenda quemada u otros sacrificios, pero no los lleva a la entrada de la reunión para adorar al Señor, será eliminado de medio de su gente ". Este versículo proporciona una ley importante sobre dónde se deben ofrecer sacrificios y destaca la importancia de seguir los procedimientos correctos para complacer al Señor.

Números 32:20-22: "Respondieron a Moisés: si le damos nuestro pasto aquí en esta región. Pero Moisés les dijo, si lo hacen, cuando todos se van a la guerra, estarás aquí, solo. ¿Por qué quieres? ¿Para hacer que los israelitas pierdan el coraje de cruzar al Jordán y entrar en la tierra que el Señor, nuestro Dios, dándoles? " Este versículo habla sobre la importancia de las tribus que permanecen juntas y se apoyan mutuamente al conquistar la tierra prometida.

Joshua 1:18: "En todas partes la suela de tu pie pisando, te di, como prometí a Moisés". Este versículo habla de la promesa de Dios de dar a toda la tierra que los israelitas les pisaron. Destaca la importancia de mantener esta promesa y obtener todas las tierras que se les prometieron.

Proverbios 17:14: "El comienzo de la discusión es como la apertura de una presa; entonces, antes de que comience la pelea, deténgalo". Este versículo habla sobre la importancia de evitar conflictos innecesarios y resolver disputas pacíficamente. Se puede aplicar al conflicto entre las tribus de Israel en Joshua 22.


Chapters: