I Tesalonicenses, 5
8. Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación.
8. Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación.
“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina