I Macabeos, 6
36. que estaban donde el animal estuviese y le acompañaban adonde fuese, sin apartarse de él.
36. que estaban donde el animal estuviese y le acompañaban adonde fuese, sin apartarse de él.
Capítulo 6 de 1 Macabeos narra la confrontación entre los epifanes del rey Antíoco IV y el líder judío Judas Macabeu, y la posterior batalla en Betzur. El capítulo también presenta la traición de un judío llamado Lysias, que había sido puesto a cargo de las tropas del rey, pero finalmente se unió a los macabeos. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:
1 Crónicas 12:8: "De los gaditas pasaron a David, a la fortaleza en los hombres del desierto, valientes y con la derecha en el uso de un escudo y una lanza; sus caras parecían leones y eran tan livianos como las gacelas sobre las colinas " Este versículo habla sobre hombres valientes y correctos en la batalla, lo que se relaciona con la descripción de los guerreros de Maccabean en 1 Macabeos 6.
Salmo 27:3: "Incluso si un ejército está sobre mí, mi corazón no será recordado; y si estalló en mi guerra, todavía tendré confianza". Este versículo habla sobre el coraje frente al peligro y refleja la actitud de los macabeos en su lucha contra el rey Antiochus IV.
Proverbios 11:14: "No hay dirección sabia, un pueblo cae; pero en la multitud de consejeros hay seguridad". Este versículo enfatiza la importancia de la sabiduría y el consejo en tiempos de crisis, y es relevante para la situación de los macabeos, que buscaban orientación divina para superar la batalla.
Ezequiel 21:14: "Por lo tanto, oh hijo del hombre, profetiza y golpea sus manos; y duplica una y otra vez la espada, una espada de carnicería; es la espada de la gran carnicería a su alrededor". Este versículo se refiere a la espada de la destrucción que vendrá sobre el pueblo de Dios, y puede verse como una alusión a la amenaza del rey Antíoco IV contra los judíos.
Lucas 22:48: "¿Pero Jesús le dijo, Judas, con un beso para el Hijo del Hombre?" Este versículo se refiere a la traición de Judas Iscariot contra Jesús, y puede verse como un paralelo a la traición de Lysiah contra el rey Antíoco IV. Ambos personajes son traidores que terminan ayudando al otro lado.
“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina
