1. Así dice Yahveh: Velad por la equidad y practicad la justicia, que mi salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse.

1. Así dice Yavé: Actúen correctamente y hagan siempre lo debido, pues mi salvación se viene acercando y mi justicia está a punto de aparecer.

2. Dichoso el mortal que tal haga, el hombre que persevere en ello, guardándose de profanar el sábado, guardando su mano de hacer nada malo.

2. Feliz el hombre que siempre se comporta así, sin desmayar, que se fija en no profanar el sábado y trata de no hacer algo malo.

3. Que el extranjero que se adhiera a Yahveh, no diga: «¡De cierto que Yahveh me separará de su pueblo!» No diga el eunuco: «Soy un árbol seco.»

3. Que el extranjero, que se ha puesto al lado de Yavé, no diga: «Con toda certeza Yavé me dejará afuera de su pueblo.» Ni tampoco afirme el castrado: «Yo no soy más que un árbol seco.»

4. Pues así dice Yahveh: Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza,

4. Pues esto dice Yavé a los castrados que observan sus sábados, que hacen lo que le gusta y que no faltan a su compromiso con él:

5. yo he de darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado.

5. «Les daré dentro de los muros de mi Casa un lugar y una consideración que tendrán más valor que hijos e hijas; les daré una fama que nunca se olvidará.»

6. En cuanto a los extranjeros adheridos a Yahveh para su ministerio, para amar el nombre de Yahveh, y para ser sus siervos, a todo aquel que guarda el sábado sin profanarle y a los que se mantienen firmes en mi alianza,

6. Y a los extranjeros que se han puesto de parte de Yavé, para obedecerle, amar su Nombre y ser sus servidores, que tratan de no profanar el sábado y que cumplen fielmente su compromiso conmigo,

7. yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi Casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.

7. los llevaré a mi cerro santo y haré que se sientan felices en mi Casa de oración. Serán aceptados los holocaustos y los sacrificios que hagan sobre mi altar, ya que mi casa será llamada Casa de oración para todos los pueblos.

8. Oráculo del Señor Yahveh que reúne a los dispersos de Israel. A los ya reunidos todavía añadiré otros.

8. Esto dice el Señor Yavé, que reúne a todos los israelitas que estaban dispersos: Agregaré todavía más gente a todos los que ya se habían juntado.

9. Bestias todas del campo, venid a comer, bestias todas del bosque.

9. Animales del campo y de la selva, acérquense a devorar.

10. Sus vigías son ciegos, ninguno sabe nada; todos son perros mudos, no pueden ladrar; ven visiones, se acuestan, amigos de dormir.

10. ¡Esos cuidadores están todos ciegos, no saben nada! Son todos como perros mudos, que no pueden ladrar. Tendidos en sus lechos, no hacen más que dormir y soñar.

11. Son perros voraces, no conocen hartura, y ni los pastores saben entender. Cada uno sigue su propio camino cada cual, hasta el último, busca su provecho

11. A pesar de que hacen de pastores, son perros hambrientos que no se llenan con nada. Son gente incapaz de comprender. Cada uno sigue su propio camino, o busca su propio interés:

12. «Venid, voy a sacar vino y nos emborracharemos de licor, que el día de mañana será como el de hoy, o muchísimo mejor.»

12. «¡Vengan!, voy a ir a buscar vino; o mejor, emborrachémonos con licor, pues mañana será como hoy o tal vez habrá mucho más!»





“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina