Jeremías, 3
21. En los montes desolados se escucha una voz: son llantos y súplicas de los hijos de Israel, porque han tomado por un camino torcido, se han olvidado del Señor, su Dios.
21. En los montes desolados se escucha una voz: son llantos y súplicas de los hijos de Israel, porque han tomado por un camino torcido, se han olvidado del Señor, su Dios.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina