33. A la mañana siguiente, el rey se levantó de madrugada y condujo apresuradamente al ejército por el camino de Betzacaría. Las tropas se dispusieron para el ataque y se tocaron las trompetas.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina