Found 455 Results for: vuestros

  • Cuando os pongáis a orar, si tenéis algo contra alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre celestial os perdone vuestros pecados. (Marcos 11, 25)

  • "Yo os digo a vosotros que me escucháis: Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian; (Lucas 6, 27)

  • Pero vosotros amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración; así será grande vuestra recompensa y seréis hijos del altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y con los malvados. (Lucas 6, 35)

  • Y si no os reciben, al salir de aquel pueblo, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos". (Lucas 9, 5)

  • Pero no os alegréis de que los espíritus os estén sometidos; alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en el cielo". (Lucas 10, 20)

  • Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo piden?". (Lucas 11, 13)

  • Si yo echo los demonios con el poder de Belcebú, ¿con qué poder los echan vuestros hijos? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. (Lucas 11, 19)

  • ¡Ay de vosotros, que construís los sepulcros de los profetas, y fueron vuestros padres quienes los asesinaron! (Lucas 11, 47)

  • Así manifestáis que estáis de acuerdo con lo que hicieron vuestros padres, pues ellos los mataron y vosotros construís los sepulcros. (Lucas 11, 48)

  • Y les dijo: "Vosotros presumís de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que se estima tanto entre los hombres, no tiene valor alguno ante Dios. (Lucas 16, 15)

  • pues yo os daré un lenguaje y una sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. (Lucas 21, 15)

  • Hasta vuestros padres, hermanos, parientes y amigos os entregarán, e incluso harán que maten a algunos de vosotros. (Lucas 21, 16)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina