Found 202 Results for: gentes

  • hasta que haya machacado los lomos de los hombres sin piedad y haya tomado venganza de las gentes; (Eclesiástico 35, 20)

  • Ten piedad de nosotros, oh Dios del universo, míranos y derrama tu temor sobre todas las gentes. (Eclesiástico 36, 1)

  • Sucederá en los días venideros que el monte de la casa del Señor será afincado en la cima de los montes y se alzará por encima de los collados. Afluirán a él todas las gentes, (Isaías 2, 2)

  • Por eso mi pueblo irá al destierro por falta de inteligencia; sus nobles morirán de hambre, y sus gentes se abrasarán de sed. (Isaías 5, 13)

  • Aquel día la raíz de Jesé se alzará como enseña de las gentes; la buscarán los pueblos, y será gloriosa su morada. (Isaías 11, 10)

  • Por eso te glorifica un pueblo poderoso, la ciudad de gentes temibles te teme; (Isaías 25, 3)

  • y dice: Poca cosa es que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de nuevo a los supervivientes de Israel. Yo te he puesto como luz de las gentes, para que llegue mi salvación hasta los extremos de la tierra. (Isaías 49, 6)

  • Esto dice el Señor, el redentor, el Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las gentes, al esclavo de los tiranos: Los reyes, al verte, se levantarán, los príncipes se inclinarán por causa del Señor, que es leal, del Santo de Israel, que te ha elegido. (Isaías 49, 7)

  • Somos desde hace tiempo gentes que tú no riges y que no llevan ya tu nombre. ¡Oh, si tú rasgases los cielos y bajases haciendo estremecer con tu presencia a las montañas, (Isaías 63, 19)

  • "Antes de formarte en el vientre de tu madre te conocí; antes que salieras del seno te consagré; como profeta de las gentes te constituí". (Jeremías 1, 5)

  • Circuncidaos para el Señor, quitad el prepucio de vuestro corazón, oh gentes de Judá, habitantes de Jerusalén, no sea que estalle mi furor como fuego y arda sin que haya quien lo apague por la maldad de vuestras obras". (Jeremías 4, 4)

  • Publicadlo a las gentes, anunciadlo en Jerusalén: Los enemigos llegan de un lejano país, lanzan su grito contra las ciudades de Judá. (Jeremías 4, 16)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina