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  • Solamente en el lugar elegido por el Señor, tu Dios, en una de las tribus, podrás ofrecer tus holocaustos y hacer allí todo lo que yo te ordeno. (Deuteronomio 12, 14)

  • Porque a él le ha elegido el Señor, tu Dios, entre todas tus tribus para estar en su presencia, hacer el servicio divino y dar la bendición en su nombre, él y sus hijos eternamente. (Deuteronomio 18, 5)

  • Cuando hayáis pasado el Jordán, se pondrán en el monte Garizín las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín para pronunciar la bendición al pueblo. (Deuteronomio 27, 12)

  • El Señor lo separará de las tribus de Israel para su perdición, según las maldiciones de la alianza escritas en este libro de la ley. (Deuteronomio 29, 20)

  • Reunid junto a mí a todos los ancianos y jefes de vuestras tribus para que yo les recite estas palabras y ponga al cielo y a la tierra contra ellos. (Deuteronomio 31, 28)

  • Hubo un rey en Jesurún, cuando estuvieron juntas las tribus de Israel. (Deuteronomio 33, 5)

  • Y ahora escoged doce hombres de entre las tribus de Israel, uno por cada tribu. (Josué 3, 12)

  • "Escoged doce hombres de entre el pueblo, uno de cada tribu, (Josué 4, 2)

  • y dadles esta orden: Tomad de ahí, del medio del Jordán, del lugar donde han estado los sacerdotes a pie firme, doce piedras, llevadlas con vosotros y dejadlas en el lugar donde paséis esta noche". (Josué 4, 3)

  • Josué llamó a los doce hombres que había elegido de entre los israelitas, uno por cada tribu, (Josué 4, 4)

  • y les dijo: "Pasad ante el arca del Señor, vuestro Dios, hasta el medio del Jordán, y que cada uno de vosotros se eche al hombro una piedra, según el número de las tribus de Israel, (Josué 4, 5)

  • Los israelitas hicieron lo que les mandó Josué. Tomaron doce piedras del medio del Jordán, como había mandado el Señor a Josué, según el número de las tribus de Israel; las llevaron al lugar donde pasaron la noche y allí las dejaron. (Josué 4, 8)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina