Found 234 Results for: obra del alfarero

  • El hombre fuerte se convertirá en estopa y su obra será la chispa: arderán los dos juntos y no habrá quien extinga el fuego. (Isaías 1, 31)

  • Su país está lleno de ídolos; ellos se postran ante la obra de sus manos, ante lo que fabricaron sus propios dedos. (Isaías 2, 8)

  • Hay cítara y arpa, tamboriles y flautas y vino en sus banquetes; pero ellos no miran la acción del Señor ni ven la obra de sus manos. (Isaías 5, 12)

  • Los que dicen: "¡Que se apure, que haga pronto su obra, para que la veamos; que se acerque y llegue el designio del Santo de Israel, para que podamos conocerlo!". (Isaías 5, 19)

  • Pero cuando el Señor termine de realizar toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará al rey de Asiria por este fruto de su corazón arrogante y por la orgullosa altivez de su mirada. (Isaías 10, 12)

  • Ya no volverá la mirada hacia los altares que son obra de sus manos, ni mirará hacia los postes sagrados y los altares de incienso que fabricaron sus dedos. (Isaías 17, 8)

  • El Señor de los ejércitos los bendecirá, diciendo: "Bendito sea Egipto, mi pueblo, y Asiria, la obra de mis manos, e Israel, mi herencia". (Isaías 19, 25)

  • Si se hace gracia al malvado, no aprende la justicia: en el país de la rectitud, obra perversamente, sin mirar la majestad del Señor. (Isaías 26, 10)

  • ¡Sí, el Señor se alzará como en el monte Parasím, se enfurecerá como en el valle de Gabaón, para realizar su obra, una obra extraña, para ejecutar su tarea, una tarea inaudita! (Isaías 28, 21)

  • ¡Qué desatino el de ustedes! ¿Acaso se puede pensar que el alfarero es igual al barro para que la obra diga al que la hizo: "No me ha hecho él", y la vasija diga de su alfarero: "No entiende nada"? (Isaías 29, 16)

  • o como se quiebra una vasija de alfarero hecha añicos sin piedad, sin que se encuentre entre sus pedazos ni un trozo para sacar fuego del brasero o para extraer agua del aljibe. (Isaías 30, 14)

  • La obra de la justicia será la paz, y el fruto de la justicia, la tranquilidad y la seguridad para siempre. (Isaías 32, 17)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina