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  • Hagan oír su voz en los palacios de Asiria y en los palacios de Egipto, y digan: Reúnanse en las montañas de Samaría, y vean cuántos desórdenes hay en medio de ella, cuántas opresiones en su interior. (Amós 3, 9)

  • Escuchen esta palabra, vacas de Basán, que están sobre las montañas de Samaría, ustedes, que oprimen a los débiles, maltratan a los indigentes y dicen a sus maridos: "¡Trae de beber!". (Amós 4, 1)

  • Porque el que forma las montañas y crea el viento, el que descubre al hombre cuál es su designio, el que hace la aurora y las tinieblas, el que camina sobre las alturas de la tierra, se llama "Señor, Dios de los ejércitos". (Amós 4, 13)

  • Llegan los días -oráculo del Señor- en que el labrador seguirá de cerca al que siega, y el que vendimia al que siembra. Las montañas harán correr el vino nuevo y destilarán todas las colinas. (Amós 9, 13)

  • Yo bajé hasta las raíces de las montañas: sobre mí se cerraron para siempre los cerrojos de la tierra; pero tú me hiciste subir vivo de la Fosa, Señor, Dios mío. (Jonás 2, 7)

  • A su paso se derriten las montañas y se agrietan los valles, como la cera ante el fuego, como el agua derramada por una pendiente. (Miqueas 1, 4)

  • Sucederá al fin de los tiempos qu e la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Los pueblos afluirán hacia ella (Miqueas 4, 1)

  • Escuchen lo que dice el Señor: ¡Levántate, convoca a juicio a las montañas y que las colinas escuchen tu voz! (Miqueas 6, 1)

  • ¡Escuchen, montañas, el pleito del Señor, atiendan, fundamentos de la tierra! Porque el Señor tiene un pleito con su pueblo, entabla un proceso contra Israel: (Miqueas 6, 2)

  • Las montañas tiemblan ante él, se deshacen las colinas; Vauen su presencia se hunde la tierra, el mundo y todos sus habitantes. (Nahún 1, 5)

  • Miren sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia, del que proclama la paz. Celebra tus fiestas, Judá, cumple tus votos, porque el hombre siniestro no pasará más por ti: ha sido exterminado por completo. (Nahún 2, 1)

  • ¡Cómo se han adormecido tus pastores, rey de Asiria! Tus tropas escogidas yacen inertes, tu pueblo está disperso por las montañas y no hay quien los reúna. (Nahún 3, 18)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina