Found 96 Results for: exclamó

  • Casualmente se encontraba allí un malvado llamado Seba, hijo de Bicrí, un benjaminita. Él tocó la trompeta y exclamó: (II Samuel 20, 1)

  • Uno de los jóvenes de Joab se paró al lado de Amasá y exclamó: "El que es partidario de Joab y está con David, ¡que siga a Joab!". (II Samuel 20, 11)

  • Betsabé se inclinó con el rostro en tierra y se postró delante del rey. Luego exclamó: "¡Viva para siempre mi señor el rey David!". (I Reyes 1, 31)

  • El sacerdote tomó de la Carpa el cuerno de aceite y ungió a Salomón. Entonces sonó la trompeta y todo el pueblo exclamó: ¡Viva el rey Salomón! (I Reyes 1, 39)

  • Entonces la mujer cuyo hijo vivía se dirigió al rey, porque se le conmovieron las entrañas por su hijo, y exclamó: "¡Por favor, señor mío! ¡Denle a ella el niño vivo, no lo maten!". La otra, en cambio, decía: "¡No será ni para mí ni para ti! ¡Que lo dividan!". (I Reyes 3, 26)

  • Cuando Jirám oyó las palabras de Salomón, sintió una gran alegría y exclamó: "¡Bendito sea hoy el Señor, que ha dado a David un hijo sabio, para que esté al frente de ese pueblo tan numeroso!". (I Reyes 5, 21)

  • exclamó: "¿Son estas las ciudades que me das, hermano mío?". Y se las llamó "País de Cabul", hasta el día de hoy. (I Reyes 9, 13)

  • Luego caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: "¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!". (I Reyes 19, 4)

  • Ellos le respondieron: "Era un hombre con un manto de piel y con un cinturón de cuero ajustado a la cintura". Entonces el rey exclamó: "¡Es Elías, el tisbita!". (II Reyes 1, 8)

  • Entonces el rey de Israel exclamó: "¡Ay, el Señor ha convocado a estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab!". (II Reyes 3, 10)

  • y Eliseo le dijo: "El año próximo, para esta misma época, tendrás un hijo en tus brazos". Ella exclamó: "No, señor, por favor; tú eres un hombre de Dios, no engañes a tu servidora". (II Reyes 4, 16)

  • Jehú alzó la cabeza hacia la ventana y exclamó: "¿Quién está conmigo? ¿Quién?". Dos o tres eunucos se inclinaron hacia él, (II Reyes 9, 32)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina