Found 353 Results for: eran

  • Estos eran los clanes de Aser, según el censo: 53.400 hombres. (Números 26, 47)

  • Estos eran los clanes de Neftalí, según el censo: 45.400 hombres. (Números 26, 50)

  • Los israelitas registrados en el censo eran en total 601.730 hombres. (Números 26, 51)

  • Los rubenitas y los gaditas tenían una enorme cantidad de ganado. Al ver que las regiones de Iázer y de Galaad eran un terreno apto para el ganado, (Números 32, 1)

  • Tanto ellos como los anaquitas eran tenidos por gigantes, pero los moabitas los llaman emíes. (Deuteronomio 2, 11)

  • Eran un pueblo fuerte, numeroso y de elevada estatura como los anaquitas; pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, que los desposeyeron y se establecieron en lugar de ellos. (Deuteronomio 2, 21)

  • Todas ellas eran ciudades defendidas por altas murallas, puertas y cerrojos, sin contar las ciudades de los perizitas, que también eran muy numerosas. (Deuteronomio 3, 5)

  • Estas ciudades eran: para los rubenitas, Béser, que estaba situada en el desierto, en el altiplano; para los gaditas, Ramot de Galaad; y para los manasitas, Golán de Basán. (Deuteronomio 4, 43)

  • Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 10, 22)

  • Pero la mujer tomó a los dos hombres, los escondió y declaró: "Es verdad que esos hombres vinieron aquí, pero yo no sabía de dónde eran. (Josué 2, 4)

  • Eran cerca de cuarenta mil guerreros adiestrados, que avanzaban delante del Señor, preparados para combatir en la llanura de Jericó. (Josué 4, 13)

  • Estos son los odres de vino: eran nuevos cuando los llenamos, y ahora están aquí, todos rotos. Y estas son nuestra ropa y nuestras sandalias, gastadas por un viaje excesivamente largo". (Josué 9, 13)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina