Found 701 Results for: sino

  • Por tanto, no se dejen estar, sino traten de comprender cuál es la voluntad del Señor. (Carta a los Efesios 5, 17)

  • pues quería darse a sí mismo una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa e inmaculada. (Carta a los Efesios 5, 27)

  • La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y los dos no formarán sino un solo ser. (Carta a los Efesios 5, 31)

  • Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor. (Carta a los Efesios 6, 4)

  • Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. (Carta a los Efesios 6, 12)

  • y es una gracia para ustedes que no solamente hayan creído en Cristo, sino también que padezcan por él (Carta a los Filipenses 1, 29)

  • No busque nadie sus propios intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás. (Carta a los Filipenses 2, 4)

  • El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, (Carta a los Filipenses 2, 6)

  • Nosotros somos los verdaderos circuncidados, pues servimos a Dios en espíritu y confiamos no en cosas humanas, sino en Cristo Jesús. (Carta a los Filipenses 3, 3)

  • Y quiero encontrarme en él, no teniendo ya esa rectitud que pretende la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, quiero decir, la reordenación que Dios realiza a raíz de la fe. (Carta a los Filipenses 3, 9)

  • No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un «perfecto», sino que prosigo mi carrera hasta conquistar, puesto que ya he sido conquistado por Cristo. (Carta a los Filipenses 3, 12)

  • Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre, sino que Cristo es todo en todos. (Carta a los Colosenses 3, 11)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina