Found 357 Results for: familia de Jesé

  • Jesé hizo pasar a Sama, pero Samuel dijo: «Tampoco es éste el que ha elegido Yavé.» (1 Samuel 16, 9)

  • Jesé hizo pasar a sus siete hijos ante Samuel, pero éste dijo: «A ninguno de éstos ha elegido Yavé.» (1 Samuel 16, 10)

  • Preguntó, pues, Samuel a Jesé: «¿Están aquí todos tus hijos?» El contestó: «Falta el más pequeño, que está cuidando las ovejas.» Samuel le dijo: «Anda a buscarlo, pues no nos sentaremos a comer hasta que él haya venido.» (1 Samuel 16, 11)

  • Mandó Jesé a buscar a su hijo menor. Era rubio, tenía lindos ojos y buena presencia. Y Yavé dijo: «Levántate y conságralo con aceite, porque es éste.» (1 Samuel 16, 12)

  • Y un servidor, tomando la palabra, dijo: «Hace poco vi a un hijo de Jesé el belenita que sabe tocar, es valiente y hábil para la guerra, agradable para conversar, de buena presencia y muy favorecido de Yavé.» (1 Samuel 16, 18)

  • En vista de esto Saúl envió mensajeros a Jesé con esta orden: «Mándame a tu hijo David, el que está con el rebaño.» (1 Samuel 16, 19)

  • Jesé tomó cinco panes, una botella de vino y un cabrito y lo envió con su hijo a Saúl. (1 Samuel 16, 20)

  • Este le tomó mucho cariño y lo hizo su escudero. Con esto, Saúl mandó decir a Jesé: «Te ruego que tu hijo David se quede a mi servicio, porque me cae bien.» (1 Samuel 16, 22)

  • David era hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. (1 Samuel 17, 12)

  • Jesé dijo a David: «Toma, anda al frente de batalla y llévales a tus hermanos esta bolsa de trigo tostado y estos diez panes. Y al jefe del batallón le entregas estos diez quesillos; (1 Samuel 17, 17)

  • Uno de ellos comentaba: «Si alguien mata a ese hombre que así insulta a Israel, el rey lo colmará de riquezas, le dará a su hija por esposa y dará títulos a la familia de su padre.» (1 Samuel 17, 25)

  • Saúl le preguntó: «Joven, ¿de quién eres hijo?» David respondió: «Soy hijo de Jesé de Belén.» (1 Samuel 17, 58)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina