Found 357 Results for: familia de Jesé

  • El padre comprobó que a esa misma hora Jesús le había dicho: «Tu hijo está vivo.» Y creyó él y toda su familia. (Evangelio según San Juan 4, 53)

  • Luego José mandó buscar a su padre Jacob con toda su familia, que se componía de setenta y cinco personas. (Hecho de los Apóstoles 7, 14)

  • Este rey, actuando con astucia contra nuestra raza, obligó a nuestros padres a que abandonaran a sus hijos recién nacidos para que no tuvieran más familia. (Hecho de los Apóstoles 7, 19)

  • Era un hombre piadoso y, al igual que toda su familia, era de los «que temen a Dios». Daba muchas limosnas a los judíos pobres y oraba constantemente a Dios. (Hecho de los Apóstoles 10, 2)

  • El te dará un mensaje por el que te salvarás tú y toda tu familia. (Hecho de los Apóstoles 11, 14)

  • Pero después Dios lo rechazó y les dio a David, de quien dio este testimonio: Encontré a David, hijo de Jesé, un hombre a mi gusto, que llevará a cabo mis planes. (Hecho de los Apóstoles 13, 22)

  • Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador para Israel, ese es Jesús. (Hecho de los Apóstoles 13, 23)

  • Recibibió el bautismo junto con los de su familia, y luego nos suplicó: «Si ustedes piensan que mi fe en el Señor es sincera, vengan y quédense en mi casa.» Y nos obligó a aceptar. (Hecho de los Apóstoles 16, 15)

  • Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.» (Hecho de los Apóstoles 16, 31)

  • Crispo, uno de los dirigentes de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia, y de los corintios que escuchaban a Pablo, muchos creían y se hacían bautizar. (Hecho de los Apóstoles 18, 8)

  • A su vez Isaías dice: Cual renuevo en una raíz surgirá un descendiente de Jesé y se levantará para guiar las naciones. En él pondrán éstas su esperanza. (Carta a los Romanos 15, 12)

  • Saluden a Apeles, siempre firme en Cristo, y a la familia de Aristóbulo. (Carta a los Romanos 16, 10)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina