Found 137 Results for: belleza interior

  • Ni siquiera había terminado de decir estas palabras en mi interior, cuando apareció Rebeca, con su cántaro al hombro, y bajó a la fuente para sacar agua. (Génesis 24, 45)

  • Harás a tu hermano Aarón vestiduras sagradas para que no le falte gloria ni belleza. (Exodo 28, 2)

  • Las túnicas y los cinturones de los hijos de Aarón se harán en la misma forma. Con esto les darás majestad y belleza. (Exodo 28, 40)

  • Debían haberla comido en lugar sagrado, según les había ordenado, puesto que su sangre no había sido llevada al interior del santuario.» (Levítico 10, 18)

  • Hará raspar todo el interior de la casa, y echará fuera de la ciudad, en un lugar impuro, el polvo que hayan quitado. (Levítico 14, 41)

  • siguió al israelita al interior de su tienda y los traspasó a los dos, al hombre y a la mujer, en pleno vientre. Inmediatamente cesó la plaga que se cernía sobre Israel: (Números 25, 8)

  • Pero ¡fíjate bien! Ten mucho cuidado de no olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto. Guárdalas en tu interior todos los días de tu vida, y repíteselas a tus hijos y a tus nietos. (Deuteronomio 4, 9)

  • David se atrincheró en la fortaleza y la llamó «Ciudad de David». Después construyó un muro alrededor que, con el tiempo, quedó en el interior de la ciudad. (2 Samuel 5, 9)

  • En todo Israel no había un hombre tan admirado por su belleza como Absalón. No tenía ni un defecto desde la planta de los pies hasta la cabeza. (2 Samuel 14, 25)

  • Cubrió las paredes de la Casa al interior con planchas de madera de cedro desde el suelo hasta las vigas, quedando así todo el interior de madera. El suelo lo cubrió con planchas de ciprés. (1 Reyes 6, 15)

  • En todo el interior, la madera estaba esculpida con figuras de calabazas y guirnaldas de flores. Así, todo era de cedro y no se veía la piedra. (1 Reyes 6, 18)

  • El Lugar Santísimo, en lo más interior de la Casa, estaba destinado para recibir el Arca de la Alianza de Yavé; (1 Reyes 6, 19)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina