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  • No te fijes en su talla, sabemos que eso es vanidad. (Job 15, 31)

  • Dios es grande y no sabemos cuánto, el número de sus años es incalculable. (Job 36, 26)

  • Pues dicen: "Con palabras todo lo conseguiremos; si sabemos hablar, ¿quién nos va a dominar?" (Salmos 12, 5)

  • Las cosas que escuchamos y sabemos, que nos fueron contando nuestros padres, (Salmos 78, 3)

  • Ustedes siguen observando los convenios hechos con nosotros y se portan como amigos nuestros, y no se unen a nuestros enemigos. Lo sabemos y nos alegramos. (1 Macabeos 10, 26)

  • Pues comprobamos que estos libros contienen muchísimas cifras y sabemos que, a los que quieren estudiar la historia, se les hace difícil informarse de tantos hechos; (2 Macabeos 2, 24)

  • Si la narración ha sido buena y bien dispuesta, esto es lo que he deseado; mas si ha sido mediocre o imperfecta, es porque no podía hacerlo mejor. Pues sabemos que el placer de los lectores depende del arte con que se dispone el relato y se cuentan los hechos; (2 Macabeos 15, 38)

  • ¡Felices somos, Israel ppues sabemos nosotros lo que gusta al Señor! (Baruc 4, 4)

  • Que hoy este sacrificio nuestro nos consiga tu favor, pues sabemos que los que confían en ti jamás serán defraudados (Daniel 3, 40)

  • Entonces contestaron a Jesús: «No lo sabemos.» Y Jesús les replicó: «Pues yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas.» (Evangelio según San Mateo 21, 27)

  • Le enviaron, pues, discípulos suyos junto con algunos partidarios de Herodes a decirle: «Maestro, sabemos que eres honrado, y que enseñas con sinceridad el camino de Dios. No te preocupas por quién te escucha, ni te dejas influenciar por nadie. (Evangelio según San Mateo 22, 16)

  • Jesús les contestó: «Ya lo sabemos: Elías viene primero y deja todo reordenado. Pero, ¿por qué dicen las Escrituras que el Hijo del Hombre sufrirá mucho y será despreciado?» (Evangelio según San Marcos 9, 12)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina