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  • Pero Dios mismo la critica cuando dice: Vienen días, palabra del Señor, en que pactaré una alianza nueva con la casa de Israel y de Judá. (Carta a los Hebreos 8, 8)

  • No será como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos del país de Egipto. Ellos no permanecieron fieles a mi alianza, por lo cual yo también los descuidé, dice el Señor. (Carta a los Hebreos 8, 9)

  • Y no fue la sangre de chivos o de novillos la que le abrió el santuario, sino su propia sangre, cuando consiguió de una sola vez la liberación definitiva. (Carta a los Hebreos 9, 12)

  • Cuando hay un testamento, se debe esperar a la muerte del testador. (Carta a los Hebreos 9, 16)

  • Cuando Moisés terminó de proclamar ante el pueblo todas las ordenanzas de la Ley, tomó sangre de terneros y de chivos, la mezcló con agua, lana roja e hisopo y roció el propio libro del testamento y al pueblo, diciendo: (Carta a los Hebreos 9, 19)

  • Por la fe Abrahán fue a sacrificar a Isaac cuando Dios quiso ponerlo a prueba; estaba ofreciendo al hijo único que debía heredar la promesa, (Carta a los Hebreos 11, 17)

  • Tal vez hayan olvidado la palabra de consuelo que la sabiduría les dirige como a hijos: Hijo, no te pongas triste porque el Señor te corrige, no te desanimes cuando te reprenda; (Carta a los Hebreos 12, 5)

  • Además, cuando nuestros padres según la carne nos corregían, los respetábamos. ¿No deberíamos someternos con mayor razón al Padre de los espíritus para tener vida? (Carta a los Hebreos 12, 9)

  • Ustedes saben que después, cuando quiso obtener la bendición, fue rechazado y no pudo cambiar la decisión, aunque lo pidió con lágrimas. (Carta a los Hebreos 12, 17)

  • Hermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. (Carta de Santiago 1, 2)

  • El hermano de condición humilde debe alegrarse cuando su situación mejora, (Carta de Santiago 1, 9)

  • y el rico, cuando se ve rebajado; porque pasará como la flor del campo. (Carta de Santiago 1, 10)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina