Found 2153 Results for: Cuando

  • ¿No recuerdan que se lo decía cuando estaba con ustedes? (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 5)

  • Entonces se manifestará el adversario, a quien el Señor ha de barrer con el soplo de su boca y al que derribará cuando venga en su gloria. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 8)

  • Además, cuando estábamos con ustedes les dijimos claramente: el que no quiera trabajar, que tampoco coma. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 10)

  • Pretenden ser maestros de la Ley, cuando en realidad no entienden lo que dicen ni de lo que hablan con tanta seguridad. (1º Carta a Timoteo 1, 7)

  • Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, (1º Carta a Timoteo 1, 13)

  • No descuides el don espiritual que recibiste de manos de profetas cuando el grupo de los presbíteros te impuso las manos. (1º Carta a Timoteo 4, 14)

  • No admitas a las viudas de menos edad, pues cuando ya se han cansado de Cristo quieren casarse (1º Carta a Timoteo 5, 11)

  • Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia como mis antepasados, cuando constantemente te recuerdo en mis oraciones noche y día. (2º Carta a Timoteo 1, 3)

  • Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en Tróade, en casa de Carpo, y también los libros, sobre todo los pergaminos. (2º Carta a Timoteo 4, 13)

  • Cuando habla, que esté apegado a lo que es seguro, de acuerdo con la doctrina, y sea capaz de predicar la sana doctrina y al mismo tiempo sepa rebatir a los que la atacan. (Carta a Tito 1, 9)

  • Tú mismo serás un ejemplo para ellos cuando vean tu conducta, tu enseñanza desinteresada, tu honradez, (Carta a Tito 2, 7)

  • Cuando te mande a Artemas o a Tíquico, date prisa en venir donde mí en Nicópolis, pues decidí pasar allí el invierno. (Carta a Tito 3, 12)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina