1. Ten piedad de nosotros, Señor, Dios de todas las cosas y míranos, y derrama tu temor en todas las naciones.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina