1. ¡Aleluya! ¡Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor!

1. ¡Aleluya! ¡Alabad, servidores de Yahveh, alabad el nombre de Yahveh!

2. ¡Bendito sea el nombre del Señor ahora y para siempre!

2. ¡Bendito sea el nombre de Yahveh, desde ahora y por siempre!

3. ¡De donde sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor!

3. ¡De la salida del sol hasta su ocaso, sea loado el nombre de Yahveh!

4. ¡El Señor domina a todas las naciones, su gloria está por encima de los cielos!

4. ¡Excelso sobre todas las naciones Yahveh, por encima de los cielos su gloria!

5. ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que se sienta en las alturas, pero que se inclina para ver los cielos y la tierra?

5. ¿Quién como Yahveh, nuestro Dios, que se sienta en las alturas,

6. Al pobre lo recoge desde el polvo, de la mugre retira al desvalido,

6. y se abaja para ver los cielos y la tierra?

7. para darle un asiento entre los nobles, con los grandes de su pueblo.

7. El levanta del polvo al desvalido, del estiércol hace subir al pobre,

8. Da un hogar a la mujer estéril, ahora feliz madre de sus hijos.

8. para sentarle con los príncipes, con los príncipes de su pueblo.

9.

9. El asienta a la estéril en su casa, madre de hijos jubilosa.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina