Bíblia Católica
 

Sofonías, 1

4. Extenderé mi mano contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén; extirparé de este lugar todo lo que queda de Baal, el nombre de sus ministros y a los sacerdotes junto con ellos.

Versículos relacionados com Sofonías, 1:

El Capítulo 1 de las estudiantes de segundo año comienza con la profecía de la destrucción que se encontrará con Judá y Jerusalén debido a su idolatría e injusticia. Dios mismo los castigará por su desobediencia. A continuación se presentan cinco versos relacionados con los temas cubiertos en las estudiantes de segundo año 1:

Jeremías 25:34: "Uivai, pastores, y lloran; y giran en los líderes grises del rebaño; porque tus días ya se han cumplido para estar muerto; y me dispersaré y caeré como un recipiente deseable". Este versículo muestra que el juicio de Dios es inminente e inevitable, y nadie escapará de él.

Isaías 2:12: "Por el día del Señor de los anfitriones estará en contra de todos los excelentes y altivos, y contra todos los que se exaltan, para que pueda deducirse". Este versículo habla sobre cómo Dios castigará a los superiores y arrogantes, lo que se relaciona con el tema de la justicia divina en las sofonías 1.

Ezequiel 30:3: "Debido a que el día se acerca, sí, el día del Señor ya está cerca; el día de la nube será el tiempo de las naciones". Este versículo destaca la proximidad del Día del Señor, que es un tema importante en Sophonies 1.

Isaías 13:9: "He aquí, el día del Señor viene, horrible, con furia y ira ardiente, para poner la tierra en Sillow y destruir a los pecadores". Este versículo habla sobre la llegada del Día del Señor y su ira sobre los pecadores, que es un tema principal en Sophonies 1.

Amós 5:18: "¡Ay de aquellos que desean el día del Señor! Eso querrás este día del Señor? Es oscuridad y no luz". Este versículo señala que el Día del Señor es un día de juicio y castigo, no un día de alegría, y se relaciona con el tema del juicio divino en las sofonías 1.





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina