Mateo, 18
29. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda".
29. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda".
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina